
Hacer esquejes —o clones— es una de las técnicas más poderosas del cultivo. Te permite replicar exactamente una planta que te encanta: mismo aroma, misma estructura, misma potencia, mismos terpenos. Es, literalmente, una copia genética.
Y la mejor parte:
👉 un clon te ahorra tiempo, dinero y elimina la incertidumbre de la semilla.
En este artículo te cuento cómo hacerlo, qué necesitas, errores a evitar y tips de maestro cultivador.
Es un pedazo de rama de una planta madre que, bajo las condiciones adecuadas, desarrolla raíces y se convierte en una nueva planta totalmente funcional.
Genéticamente es idéntica al ejemplar original, así que si tu “madre” es estable, tus cosechas también lo serán.
✨ Ahorro de tiempo:
Partes de material vegetativo ya desarrollado, no desde semilla.
✨ Conservas tu genética favorita:
Si encontraste una planta con efecto medicinal perfecto, olor especial o estructura ideal… no quieres perderla.
✨ Uniformidad:
Todas tus plantas crecerán igual, lo que facilita la poda, nutrición y manejo del cultivo.
✨ Economía:
No necesitas estar comprando semillas todo el año.
Tijeras afiladas y desinfectadas
Gel o polvo enraizador (recomiendo usar Clonex gel)
Jiffys, cubos de lana de roca o mezcla ligera para esquejes (Usar peat moss (turba) funciona bien)
Un domo o propagador (puedes improvisarlo con una charola y una tapa transparente)
Pulverizador con agua
Luz suave (CFL o LED a baja intensidad)
Plantas madre sanas
💡 Consejo: evita sacar clones de plantas que estén estresadas, floreciendo o con deficiencias; todo eso se transmite al clon.
Busca una rama joven pero firme, de la parte media de la planta.
Debe tener:
tallo flexible
un par de nudos visibles
color verde saludable
Evita ramas leñosas o muy tiernas.
Corta debajo del nudo, en diagonal.
Esto aumenta la superficie de absorción y facilita la formación de raíces.
Inmediatamente después del corte:
👉 coloca el tallo en agua para evitar burbujas de aire.
Quita las hojas que tocarían el sustrato.
Las hojas superiores córtalas a la mitad para reducir transpiración.
El objetivo es que la planta gaste energía en raizar, no en mantener hojas grandes.
Sumerge la punta en gel o polvo enraizador.
Esto:
acelera la formación de raíces
disminuye el riesgo de infección
sube el porcentaje de éxito
Puede ser:
✔ Jiffy
✔ Lana de roca
✔ Esponja de cultivo
✔ Mezcla ligera (turba + perlita 50/50)
Asegúrate de que quede firme pero no apretado.
Los clones NO tienen raíces, así que dependen 100% de la humedad ambiental.
Lo ideal:
80–95% de humedad
Temperatura: 22–25°C
Rocía el domo 1–2 veces al día
Evita el sol directo y el viento
Luz suave 18 horas encendida
A partir del día 5–7, empieza a airear 10 minutos diarios.
Cada día aumenta un poco.
Esto entrena al clon a vivir sin humedad extrema.
Dependiendo de la genética, aparecerán en 7 a 21 días.
Si el tallo cambió a color blanquecino/crema y se ven raíces por los orificios…
👉 ¡felicidades! Ya tienes una nueva plantita.
❌ Tomar ramas en floración:
Revierten, pero tardan semanas.
❌ Demasiada luz:
Los clones se deshidratan rápido.
❌ Falta de humedad:
Es el error #1; sin humedad no hay raíces.
❌ Tijeras sucias:
Causa hongos y necrosis.
❌ Mucha manipulación del tallo:
Los tejidos se dañan fácilmente.
Raíces visibles: 7–21 días
Trasplante: cuando las raíces asomen por los lados
Primeras podas o entrenamiento: después de 2–3 semanas de crecimiento vegetativo
💚 Usa un calentador de charola para mantener el sustrato tibio.
💚 Toma clones temprano en la mañana.
💚 Desinfecta herramientas antes de cada sesión.
💚 Eticheta cada clon (nombre de la genética y fecha).
💚 Mantén plantas madre en vegetativo permanente.
Clonar es una técnica sencilla, económica y absolutamente transformadora para quien busca estabilidad, rendimiento y control del cultivo.
Con práctica, puedes tener una madre que produzca años enteros de clones idénticos.
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📚 Bibliografía
Fuentes científicas, libros técnicos y guías reconocidas de cultivo:
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Chandra, S., Lata, H., ElSohly, M. (Eds.). (2017). Cannabis sativa: Botany and Biotechnology. Springer.
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