Introducción
Cultivar cannabis con cuidado y amor requiere tiempo, recursos y conocimiento. Pero todo ese esfuerzo puede perderse si no sabes cómo curar y conservar tu cosecha adecuadamente.
El almacenamiento correcto preserva los cannabinoides y terpenos, evita la contaminación por moho o aire y prolonga la vida útil de tu cultivo casero sin necesidad de químicos ni refrigeración costosa.
Este artículo te enseña cómo curar, almacenar y cuidar tu cannabis paso a paso, para asegurar calidad terapéutica en cada dosis.
Después de cortar la planta, no está lista para usarse de inmediato. Debe pasar por un proceso de secado lento y curado controlado, que:
Reduce la humedad sin perder resina
Permite que se degraden compuestos indeseables (como clorofila)
Mejora el sabor, aroma y suavidad al consumir
Activa y estabiliza terpenos y cannabinoides
📌 ¿Cómo curar correctamente?
Seca los cogollos lentamente (10–15 días) en un espacio oscuro, fresco y ventilado (18–22 °C, 50–60% HR). Nosotros recomendamos el uso de redes de secado para optimizar espacios y facilitar su manejo. Ojo, para este momento ya debes de haber hecho la manicura de los mismos.
Cuando los tallos se doblen con un “crack” pero no se rompan del todo, están listos para curar. Aquí recomendamos hacer un trim final para clasificar dependiendo de la calidad del cogollo.
Coloca los cogollos en frascos de vidrio (tipo Mason jar), llenando máximo 75% del volumen. Es muy importante el sellado hermético, de otra forma con el tiempo la flor se irá secando y perdiendo sabor, olor y propiedades.
Abre los frascos una vez al día durante las primeras 2 semanas para renovar el aire (proceso llamado burping). El cambio de aire ayuda a hacer un secado mucho más lento y alcanzar controladamente el punto óptimo.
A partir de la tercera semana, puedes espaciarlo a cada 3–5 días.
El curado ideal dura entre 3 y 8 semanas, según humedad, genética y densidad. Entre más gordo el cogollo, mayor será el tiempo en que se homogeinice la humedad en tus flores. Recomendamos partir en cogollos más pequeños para eficientar este proceso.
Una vez curados, los cogollos se pueden conservar durante 6 meses a un año o más sin perder calidad si se almacenan correctamente.
✅ Recomendaciones clave:
Variable | Ideal |
---|---|
Recipiente | Frascos de vidrio , herméticos |
Temperatura | 15–20 °C (ambiente fresco y constante) |
Humedad relativa interna | 58–62% |
Luz | Oscuridad total o mínima exposición |
Aire | Recipiente lleno (menos oxígeno = menos degradación) |
🧠 Tip: Puedes usar sobres reguladores de humedad (Bóveda 62%, Integra, etc.) si no tienes control ambiental constante.
Usar bolsas de plástico o frascos de PET (degradan terpenos y oxidan rápido)
Guardar en lugares calientes o con exposición solar (destruye THC)
Sobreabrir los frascos sin necesidad (oxigena de más y reseca)
Almacenar cannabis húmedo = riesgo de moho y micotoxinas
Aroma fuerte y limpio, sin olor a humedad ni a cartón
Textura firme pero no seca como hoja muerta
Color verde oliva, ámbar o morado según genética, sin manchas blancas o polvillo
El efecto se mantiene estable en potencia y sin cambios amargos en sabor
Método | Pros | Contras |
---|---|---|
Envasado al vacío | Muy duradero, sin oxígeno | Puede dañar tricomas, más costoso |
Refrigeración controlada | Prolonga vida más de un año | Requiere monitoreo y espacio |
Infusión en aceite o manteca | Ideal para cocina o capsulas | Vida útil más corta (3–6 meses) |
📚 Bibliografía
Cervantes J. (2020). Cannabis Encyclopedia
Leafly Labs, Cannatrol Data Reports (2021–2024)