
Introducción
Cuando hablamos de cannabis, pocas veces reconocemos que las comunidades originarias también tienen una historia viva con esta planta, ya sea por incorporación reciente en sus sistemas medicinales, por sincretismos con otras hierbas sagradas, o como parte de luchas por territorios libres, autonomía y salud comunitaria.
Este artículo explora cómo el cannabis se entrelaza con saberes tradicionales, luchas políticas y prácticas terapéuticas en pueblos originarios de México y América Latina, y por qué es fundamental incluir la su voz en cualquier proceso de regulación y justicia cannábica.
🧬 ¿Cannabis en Mesoamérica? Una planta no originaria, pero integrada
Aunque el cannabis no es originario de América (llegó con los afrodesendientes entre los siglos XVI y XIX), muchos pueblos originarios lo han integrado con respeto a su medicina herbolaria.
Mixtecos, nahuas y tzeltales, entre otros, han documentado el uso de cannabis para dolores musculares, partos, ansiedad o rituales comunitarios.
En zonas rurales y serranas, es común encontrar cultivos tradicionales de cannabis junto a plantas como árnica, manzanilla o toronjil.
En países como Colombia, Perú o Bolivia, comunidades originarias lideran modelos colectivos de cultivo para uso medicinal y ceremonial.
El cannabis también se ha convertido en un símbolo de resistencia cultural y autonomía política en comunidades que:
Luchan contra la militarización y criminalización de sus territorios.
Reivindican el derecho al autocultivo medicinal y ancestral sin imposiciones legales externas.
Promueven sistemas de salud comunitaria con enfoque intercultural y autosuficiente.
👉 En Oaxaca, Chiapas, la Sierra Tarahumara y zonas del Bajío, diversas colectivas indígenas ya cultivan cannabis como parte de su sistema curativo.
La regulación del cannabis en México ha ignorado hasta ahora los derechos colectivos de los pueblos originarios, como:
Derecho a la salud tradicional y herbolaria (art. 2° Constitucional)
Derecho al autocultivo comunitario y no comercial
Derecho a participar en la toma de decisiones sobre políticas que afecten sus territorios (Convenio 169 de la OIT)
👉 La justicia cannábica debe ser también una justicia sin dejar de lado a nadie.
Colombia: comunidades indígenas del Cauca cultivan cannabis para salud y rituales, con protección legal especial.
Bolivia: uso ritual de plantas psicoactivas con cannabis incluido en algunas regiones.
México: experiencias emergentes en pueblos mixtecos, zapotecos y otomíes que integran cannabis en la partería y medicina tradicional.
Incluir a pueblos originarios en el diseño de leyes sobre cannabis.
Reconocer modelos colectivos de autocultivo en comunidades originarias como legítimos.
Evitar el despojo cultural a través de la bioprospección o industrialización sin consulta.
Fortalecer el diálogo entre medicina tradicional y cannabis terapéutico.
📚 Bibliografía
OIT. (1989). Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales.
Mijangos Díaz, J. (2020). Plantas medicinales, resistencia y espiritualidad en pueblos originarios.
ACNUR. (2021). Salud intercultural y territorios libres de criminalización.