Introducción
La fibromialgia es un síndrome complejo caracterizado por dolor muscular generalizado, fatiga extrema, niebla mental, alteraciones del sueño y sensibilidad al tacto. Durante años, muchas personas fueron etiquetadas como “hipocondríacas” o “nerviosas” antes de recibir un diagnóstico formal.
Hoy sabemos que la fibromialgia involucra una disfunción del sistema nervioso central y del sistema endocannabinoide. En este contexto, el cannabis medicinal ha emergido como una herramienta natural para aliviar el dolor, mejorar el ánimo y recuperar la energía, especialmente en pacientes que no responden bien a los tratamientos farmacológicos tradicionales.
Estudios recientes indican que:
Las personas con fibromialgia pueden presentar una deficiencia clínica del sistema endocannabinoide (Russo, 2004), lo que explicaría el dolor generalizado, los trastornos del sueño y el estado anímico alterado.
El cannabis ayuda a modular los receptores CB1 y CB2, disminuyendo la percepción del dolor, mejorando el descanso nocturno y reduciendo la inflamación periférica.
Cannabinoides como el CBD y el THC, en combinación con ciertos terpenos, ofrecen beneficios significativos sin los efectos secundarios de muchos medicamentos convencionales.
✅ Dolor musculoesquelético
Reducción del umbral de dolor
Disminución de contracturas y puntos gatillo
Alivio de rigidez matutina
✅ Trastornos del sueño
Inducción del sueño profundo
Reducción de despertares frecuentes
Regulación del ciclo circadiano
✅ Fatiga y niebla mental
Mejora del enfoque y energía en microdosis
Estabilización emocional durante brotes
✅ Ansiedad y depresión asociadas
CBD y limoneno mejoran el estado de ánimo
THC en dosis bajas reduce la rumiación negativa
CBD: ansiolítico, neuroprotector, analgésico suave
THC: efectivo en dolor profundo y relajación muscular
CBN: sedante suave para mejorar el sueño
CBG: complemento emergente para inflamación nerviosa
Terpenos aliados
Mirceno: relajante muscular y analgésico
Linalool: calma el sistema nervioso central
Beta-cariofileno: potente antiinflamatorio
Humuleno: coadyuvante en fatiga y sistema inmune
Tinturas 1:1 o 2:1 (CBD:THC) con terpenos calmantes
Cápsulas nocturnas con CBN + mirceno para sueño profundo
Ungüentos para zonas de dolor localizado
Vaporizadores con cepas ricas en mirceno, pineno y cariofileno para uso diurno
⏱️ El tratamiento debe ser personalizado y progresivo, comenzando con dosis bajas.
Skrabek et al. (2008): pacientes tratados con nabilona (derivado de THC) reportaron mejoría significativa en el sueño y el dolor.
Fiz et al. (2011): estudio en España mostró que el 62% de pacientes con fibromialgia que usaban cannabis reportaron mejoría en todos los síntomas principales.
Russo (2004) propuso la teoría de “deficiencia clínica endocannabinoide” como posible base del síndrome.
“Gracias al cannabis volví a dormir sin pastillas. El dolor ya no me paraliza.”
“No me curó, pero me devolvió dignidad. Ya puedo hacer cosas que antes me quitaban toda la energía.”
No interrumpir bruscamente medicamentos convencionales sin supervisión.
Evitar THC alto en pacientes sensibles o con ansiedad grave.
Ajustar dosis lentamente y monitorear respuesta corporal.
Combinación ideal: cannabis + ejercicio suave + apoyo terapéutico.
En AMEM creemos que el consumo responsable viene de estar correctamente informadxs, solo así podremos sobrepasar el tabú, la desinformación y la prohibición en sí misma. Visita nuestra sección de publicaciones para obtener más información en torno a la cannabis.
📚 Bibliografía
Russo EB. (2004). Clinical endocannabinoid deficiency: theory and treatment.
Fiz J. et al. (2011). Cannabis use in patients with fibromyalgia: effect on symptoms and quality of life.
Skrabek RQ et al. (2008). Nabilone for the treatment of pain in fibromyalgia.