
Cultivar cannabis en interior es una de las mejores formas de asegurar la calidad, potencia y limpieza de tu medicina, ya que tienes control total sobre el entorno. Pero no es tan sencillo como poner una semilla en una maceta con luz. Muchos cultivadores cometen errores que pueden costar tiempo, dinero y salud vegetal.
En este artículo revisamos los 5 errores más comunes que se cometen en cultivos indoor y te compartimos tips prácticos para evitarlos desde el inicio.
Error: Muchos cultivadores principiantes no miden temperatura, humedad ni ventilación del cuarto de cultivo.
Consecuencia: Plagas, hongos, estrés en la planta, menor producción o incluso muerte de la planta.
Solución:
Usa un termohigrómetro para monitorear temperatura y humedad.
Mantén el ambiente entre 20–25 °C de día y 18–22 °C de noche.
Controla la humedad relativa según la etapa: alta en vegetativo (60–70%) y más baja en floración (40–50%).
Error: Regar todos los días “por si acaso” o esperar a que la planta se marchite para regar.
Consecuencia: Raíces podridas, deficiencias nutricionales o estrés hídrico.
Solución:
Riega solo cuando la tierra esté seca 2–3 cm bajo la superficie.
Levanta la maceta: si pesa poco, toca regar.
Asegúrate de tener drenaje adecuado para evitar acumulación de agua.
Error: Usar focos inadecuados, con poca intensidad o espectros incorrectos.
Consecuencia: Crecimiento débil, floración escasa, plantas alargadas.
Solución:
Usa luces LED de espectro completo (crecimiento + floración).
Mantén la luz a la distancia adecuada según la marca (generalmente 30–60 cm).
Asegúrate de tener un ciclo 18/6 en vegetativo y 12/12 en floración.
Error: Pensar que “más comida = más flor” y sobrealimentar las plantas con químicos.
Consecuencia: Bloqueo de nutrientes, quemaduras, acumulación de sales.
Solución:
Usa fertilizantes orgánicos o compost diluido en agua.
Empieza con dosis bajas y aumenta gradualmente según respuesta.
Realiza “flush” (lavado de raíces) cada 2–3 semanas para evitar acumulación.
Error: “Plantar y olvidarse”, solo regar sin observar signos de alerta.
Consecuencia: No detectar a tiempo plagas, hongos o cambios de pH/luz.
Solución:
Observa hojas, tallo, sustrato y olor todos los días.
Aprende a reconocer los primeros síntomas de estrés o enfermedad.
Lleva un registro de evolución: altura, cambios de color, tiempo por etapa.
El cultivo indoor no es complicado, pero requiere atención y constancia. Cada error puede ser una lección si lo sabes identificar a tiempo. Recuerda: cultivar cannabis medicinal es un acto de autocuidado, soberanía y responsabilidad. En AMEM contamos el manual de introducción al cultivo, entra a la sección de Publicaciones para conocer este y de otros temas cánnabicos.
📚 Bibliografía
Cervantes, J. (2015). The Cannabis encyclopedia.
Fundación AMEM. (2017). Introducción al cultivo.
GrowWeedEasy.com. (2022). Indoor Grow Mistakes to Avoid.